Ganar masa muscular es un objetivo muy popular, por lo que podrás encontrar muchísima información al respecto. Sin embargo, a veces es difícil distinguir qué recomendaciones realmente son útiles y cuáles simplemente carecen de sustento.
En este artículo, hemos recopilado 6 de los mitos más sonados en torno a la ganancia de masa muscular y los aclaramos para que no caigas en ellos. Recuerda que si estás persiguiendo este objetivo, es crucial que te informes sobre cómo funciona el proceso. Sólo así, evitarás caer en errores innecesarios y podrás ir por el camino indicado desde el inicio.
Quizá hayas escuchado que tienes un tiempo corto (entre 10-60 min) luego de entrenar en el que “debes consumir proteínas para potenciar la ganancia de masa muscular”. A este concepto típicamente se le conoce como “ventana anabólica” y no es del todo cierto (1,2,3).
Lo primero que debes saber es que luego de realizar entrenamientos de fuerza eficaces se incrementan las síntesis (creación) y degradación de proteínas musculares (4,5). Cuando la síntesis incrementa y supera a la degradación de proteínas, es cuando puedes crear nueva masa muscular. Para que esto suceda, es necesario que consumas suficientes proteínas, pues estas te aportarán los aminoácidos necesarios para la construcción de las proteínas musculares.
Hasta ahí parece que la recomendación tiene sentido. Sin embargo, debemos aclarar algunos puntos adicionales:
Por ello, los aminoácidos que utilizarás en la síntesis de proteínas musculares no sólo provendrán de la comida posterior al entrenamiento. La comida anterior y todo lo que consumas durante el día se encargarán de proveer los nutrientes que necesitas para crear masa muscular, siempre que consumas suficientes proteínas y calorías (1,2,3).
Es por eso que existen distintos estudios descartando la idea de la “ventana anabólica de 1 hora”. Por ejemplo, en un estudio, 21 personas fueron divididas en 2 grupos. Todos realizaron el mismo entrenamiento y llevaron plan nutricional durante 10 semanas, con la única diferencia de que uno ingería un batido de 25 gramos de proteína antes del entrenamiento y el otro grupo, después. Luego de las 10 semanas, los cambios en masa muscular, grasa y fuerza, fueron equivalentes en ambos grupos.
Entonces, no necesariamente tienes que correr a consumir proteínas inmediatamente después de entrenar. Para ganar masa muscular, asegúrate primero de:
No es necesario que te apresures por tomar proteína apenas termines de entrenar. Alcanzar tu requerimiento diario y repartirlo adecuadamente durante el día es más importante que consumir la proteína inmediatamente después de entrenar.
El dolor muscular se suele asociar con la calidad del entrenamiento y por lo tanto, con la ganancia de masa muscular. De hecho, existe un dicho muy popular en inglés que probablemente has escuchado: “no pain, no gain”, que en español se podría traducir como “sin dolor, no hay ganancia (muscular)”.
Sin embargo, se ha evidenciado que puede existir hipertrofia (ganancia muscular) sin dolor muscular, así como puede existir dolor muscular sin hipertrofia (9). En pocas palabras, el dolor muscular no es el único, ni el mejor indicador de que un entrenamiento está funcionando para la ganancia de masa muscular.
Por ejemplo, un estudio en 2011 reclutó a 14 jóvenes sin experiencia en entrenamientos de fuerza y los dividió en 2 grupos. Todos siguieron un programa de entrenamiento para la hipertrofia de los cuádriceps con la misma intensidad y volumen durante 8 semanas. La diferencia fue que el primer grupo realizó 3 semanas de entrenamiento leve (previo a las 8 semanas) con el propósito de adaptarse y luego, empezaron los entrenamientos de mayor intensidad durante 8 semanas más (11 semanas en total). El segundo grupo, en cambio, empezó directamente con los entrenamientos de intensidad moderada-alta de 8 semanas en total (10).
Los resultados mostraron que el grupo que entrenó directamente con mayor intensidad (sin adaptación) percibió mayores niveles de dolor muscular y mostró concentraciones bastante más altas de creatina quinasa (marcador sanguíneo de daño muscular) que el grupo que sí tuvo un periodo de adaptación. Sin embargo, ambos grupos ganaron un volumen muscular y fuerza sin diferencias significativas (+6.5% grupo con adaptación vs +7.5% grupo sin adaptación y +24.8% vs +25.8% respectivamente) (10).
Esto significa que no tienes que apuntar a quedar adolorido en cada sesión de entrenamiento. Recuerda que el dolor muscular será menor mientras más tiempo lleves entrenando y apliques técnicas para optimizar tu recuperación muscular (como estiramientos post-entrenamiento, descargas musculares, nutrición adecuada, etc.). Para ganar masa muscular, apunta a alcanzar un volumen de entrenamiento adecuado aplicando el principio de la sobrecarga progresiva (conforme te vayas adaptando, aumenta el nivel de tus entrenamientos para que sigan retandote).
Más dolor no significa más ganancia muscular. Puede existir hipertrofia (ganancia muscular) sin dolor muscular, así como puede existir dolor muscular sin hipertrofia. Concéntrate en alcanzar un volumen de entrenamiento adecuado (pesos, ejercicios y repeticiones que te reten).
En realidad, hacer muchas repeticiones no es óptimo para la ganancia muscular. Alcanzar más de 30 repeticiones por serie implica que utilices pesos muy bajos que no generarán una tensión mecánica importante en el músculo y por tanto, no lo estimularán lo suficiente para que crezca (12).
Por ejemplo, un estudio de 30 participantes programó 2 entrenamientos distintos para cada pierna de un mismo participante durante 12 semanas. Una de las extremidades entrenó con una carga equivalente al 20% de su repetición máxima (1RM) hasta alcanzar el fallo muscular; mientras que la otra pierna entrenó con más peso. A la segunda pierna se le asignó aleatoriamente uno de los siguientes pesos: 40%, 60% u 80% de 1RM y se adecuaron las repeticiones y series para que el volumen del entrenamiento sea el mismo que el de la otra pierna (mientras más peso se utilizaba, menos repeticiones se hacían).
Los resultados mostraron que todos los volúmenes de entrenamiento generaron crecimiento muscular. Sin embargo, el grupo que entrenó con el menor peso (20% de 1RM) incrementó solo la mitad de masa muscular en comparación con los otros 3 grupos tanto en la zona de las piernas (+8.9% vs +20.5%, +20.4%, y +19.5% respectivamente) como los brazos (+11.4%, +25.3%, +25.1%, y +25% respectivamente) (12).
Este estudio también concluye que el rango de repeticiones óptimo para lograr la hipertrofia de los músculos sigue siendo bastante amplio. Diversos estudios han demostrado que no existen diferencias significativas en la ganancia muscular cuando se llevan a cabo series de repeticiones bajas (3-8), medias (8-15) o altas (15-25) siempre y cuando uno se acerque al fallo muscular en cada una de esas series y se utilicen pesos retadores (12,13,14,15).
Para ganar masa muscular intenta ubicarte en el rango de 4 a 20 repeticiones, siempre utilizando un peso lo suficientemente desafiante y aplicando sobrecarga progresiva (aumento de peso, repeticiones o series progresivamente).
En realidad, no existe una frecuencia de entrenamiento única recomendada para el desarrollo de masa muscular. La cantidad de días que se entrene debe adaptarse a:
De hecho, la frecuencia de entrenamiento debe verse como un vehículo para alcanzar el volumen de entrenamiento planteado. Como recomendación general, un volumen de entrenamiento óptimo para la hipertrofia se encuentra en el rango de 10 a 20 series por músculo o grupo muscular por semana (6). En este sentido, tal volumen de entrenamiento podría alcanzarse con 3, 4, 5 o más sesiones semanales.
Además, se debe tener en cuenta la adaptación de cada uno al entrenamiento. Si eres principiante, entrenar más de 5 veces o más a la semana, podría resultar en un sobre entrenamiento, lo cual terminaría siendo contraproducente para el objetivo de la ganancia muscular.
Adapta tu frecuencia de entrenamiento a lo que te sea realmente posible. No tienes que entrenar 5 o más veces por semana si es que aun no te has adaptado a ese ritmo, pues podrías caer en el sobre entrenamiento. Establece la frecuencia de tus entrenamientos según el volumen de entrenamiento que pretendes alcanzar y tu nivel.
Es verdad que las proteínas son un nutriente esencial para el desarrollo de los músculos. Incluso, podría decirse que son el principal material para la formación de nueva masa muscular, pues las proteínas de los alimentos te aportarán los aminoácidos que utilizarás para formar nuevas proteínas musculares.
Sin embargo, esto no significa que no necesites los demás macronutrientes (carbohidratos y grasas) ni que sean menos importantes que las proteínas. Recordemos que la creación de masa muscular es un proceso que requiere de energía. En este sentido, si se consumen muy pocas calorías, las proteínas consumidas empezarán a direccionarse para la producción de energía para todo tipo de funciones, como las vitales (a pesar de que tu consumo de proteínas haya sido adecuado).
Tu cuerpo necesita energía (calorías) para que órganos como el cerebro y corazón funcionen correctamente. Si consumes muy pocas calorías, a tu cuerpo le importará más mantenerte vivo en lugar de crear tejidos musculares. En un déficit calórico muy severo, la disponibilidad de aminoácidos para la creación de músculo será menor y el proceso de hipertrofia se verá afectado.
Por otro lado, los carbohidratos tienen como principal función aportar energía. Por ello, no debes eliminar ni descuidar su consumo. Estos se encargarán de proveerte con la energía necesaria para que tus entrenamientos sean óptimos, para poder sostener el proceso de creación de masa muscular y para que puedas recuperarte de manera adecuada (16). De la misma manera, las grasas también te aportarán energía y cumplen otras funciones relacionadas con la ganancia de masa muscular, como la producción de testosterona (hormona que promueve el anabolismo de los músculos) (17).
Aunque la proteína es el principal macronutriente para la ganancia muscular, las grasas y los carbohidratos juegan un rol primordial. Un bajo consumo en grasas afecta negativamente la testosterona y un bajo consumo de carbohidratos afecta nuestros entrenamientos y desacelera la recuperación muscular. Finalmente, un déficit calórico extremo crea promueve el catabolismo muscular (pérdida de tejidos musculares).
Es bastante probable que hayas escuchado de o hasta te hayan ofrecido suplementos como proteína en polvo, pre-entrenamientos, ganadores de peso o hasta multivitamínicos.
Lo cierto es que los suplementos no son necesarios ni indispensables para el proceso de ganancia muscular. Siempre que cumplas con tus requerimientos mediante la alimentación, puedes prescindir de los suplementos.
Además, tampoco son superiores a una comida convencional. Por ejemplo, 1 scoop de proteína whey en polvo te aporta alrededor de 22-24 g de proteína, mientras que 100 g de pollo (peso en crudo) aportan 22.5 g de proteínas. En pocas palabras, puedes obtener de los alimentos la misma cantidad y calidad de nutrientes que te aportaría un suplemento. Además, ten en cuenta que los alimentos naturales contienen también otros nutrientes como vitaminas y minerales que, usualmente, los suplementos, no.
Un suplemento de proteínas te podría ser útil en ocasiones en las que no tienes tiempo de cocinar o cuando no has alcanzado tu requerimiento diario con alimentos, es decir, te pueden ayudar, pero no son indispensables (18). Además, ten en cuenta que usualmente un suplemento representa un presupuesto adicional y más elevado que los alimentos.
Algunos suplementos como las proteínas en polvo pueden ser convenientes, pero no son indispensables. Es totalmente factible que alcances tus requerimientos con alimentos naturales.